De noche y bajo tremendo aguacero llegamos a Bologna. Así entramos a la región de Emilia Romagna...Por eso de andar al voleo y no tener reservación alguna, buscamos alojamiento en vano. De paso celebraban una de tantas ferias y no había donde meterse en cien leguas a la redonda; todo copado... Medio vimos el centro de la ciudad con sus corredores de arcadas iluminados y seguimos a Modena, (se pronuncia con énfasis en la O) donde nacieron Pavarotti y la Frenni, pero tampoco allí conseguimos alojamiento…y ese palo de agua… ¡No hay mal que por bien no venga! porque continuamos camino y topamos con Reggio Emilia, donde si pudimos pernoctar... La ciudad –fundada sobre la antigua vía Emilia romana- tiene a las afueras un monumental puente iluminado, obra del reconocido arquitecto catalán Calatrava, por lo que deduzco que es una ciudad industrial y con dinero.
La siguiente mañana, ya sin lluvia y con clima fresco ¡ saca sweter y chaqueta! nos fuimos a ver el casco histórico de Reggio Emilia. ¡Que bonita ciudad! Además en el casco histórico hay pocos vehículos y jóvenes y viejos andan en bicicleta (ésta costumbre es muy habitual en los pueblos italianos).
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